Los consumidores responsables


Por Inés Enríquez y Flia. Gonzalo y Mauricio Genta.
Miembros de Asobaco

Asobaco, es un grupo de personas que se juntan y se organizan para agenciarse los alimentos, las verduras, las frutas, los quesos, los productos de limpieza, etc, de forma autónoma de las estructuras tradicionales del mercado, lo hacemos comprándoles directamente a los productores orgánicos, agroecólogicos, a las cooperativas de trabajadores, o a los productores familiares organizados.
Somos una organización horizontal, en la cual todos nos involucramos con las tareas y con la toma de decisiones, donde los roles van rotando casi naturalmente, y donde prima la confianza y el respeto.
Los integrantes de AsoBaCo (Asociación Barrial de Consumo) por lo general nos acercamos porque conocemos a alguien que nos invita (o más bien convence), porque nos interesa mucho consumir alimentos sanos, preferentemente agroecológicos y no tenemos muy claros los mecanismos del mercado, o si los conocemos nos resultan demasiado elevados los precios de los mismos.

Luego de que integramos el grupo nos mantenemos por los mismos motivos o porque buscamos tener más conocimiento y darle mayor importancia al consumo responsable y consciente en nuestras vidas.
En lo personal mi participación en AsoBaCo me ha permitido crecer como persona, ganar en vínculos, conocer y analizar los alimentos y la importancia que tienen en el proceso vital. También conocer, entender y empatizar con los productores de dichos alimentos, comprender mejor los procesos naturales de producción y lo ridículo del consumismo. Esto último se evidencia al cuestionar que pueda haber alimentos a disposición del consumidor que no son de esta zona o de esta época del año y lo que eso implica (traslados, contaminación, producción excesiva en zonas donde se da para poder exportar, etc).
A partir de esta cada vez mayor información y análisis confirmamos que el capitalismo lo único que quiere es ganar. No le importa distribuir, gestionar y comercializar productos que hasta son peligrosos para la salud y esto se confirma cada día a través de cada oferta de “supuestos alimentos“ que están a nuestra disposición.

La nueva crisis

Uno de los miedos más intensos que le surgió a la mayoría de la gente frente a esta crisis fue el de quedarse sin alimentos. Sin embargo para la mayoría de los que nos agenciamos nuestros recursos alimenticios, ya sea porque los producimos o porque tenemos estos mecanismos de comercio de cercanía o de contacto directo con los productores, este miedo no estaba, digamos que una vez más vivimos esa sensación de empoderamiento con respecto a nada más ni nada menos que la alimentación.

También, y no es para nada menor, nos mantuvimos fuera de la especulación con los precios, cosa a la que ya estamos acostumbrados, ya que los mismos en el caso de los productores agroecológicos no se modifican por la oferta y la demanda.( los precios los establecen de acuerdo al trabajo). Esta dinámica que adoptamos junto a ellos cobra mucha relevancia dada la situación. Como ejemplo, me sorprendí cuando me enteré de que los huevos que yo le compro a la productora familiar, (que habitualmente pago un poco más caro que los convencionales), resultó que estaban mucho más baratos que los que estaba pagando mi vecino!!.

Eso además de dar seguridad, da mucha confianza y refuerza el vínculo con los productores. Nosotros los consumidores asumimos y aceptamos que una zafra haya sido mala, que el producto puede que sea más chico o de peor calidad que en el mercado tradicional, pero esto es consecuencia de una producción natural, sabemos que se debe a los cambios climáticos, que pueden incidir en la producción y que eso debe ser aceptado por nosotros como consumidores. Por eso un pilar del vínculo consumidor-productor es que respetamos el trabajo del productor y entendemos el por que de los productos tal como son.

Enfrentando la crisis con solidaridad

Sobre la campaña #compre2lleve1

Una campaña de estas características en este momento a mi parecer era muy necesaria, porque más allá de que algunos de nosotros ya estábamos colaborando en ollas u otras formas de solidaridad, el hecho de poder acompañar a organizaciones y/o a productores (muchos de los cuales ya estaban colaborando con ollas) nos pone en un lugar de relevancia, la ayuda es necesaria y la estamos dando.

Realmente siento que la solidaridad nos fortalece y nos une. Nos une con personas que probablemente no conocemos ni conoceremos, pero que sabemos que la precisan. ¿Quién iría por un plato de comida si no tuviese hambre? Si no le faltaran los medios para resolverlo por sí mismo?.

Entonces ante esta crisis que le pega muy fuerte a un gran sector de la población, qué relevante colaborar con lo más importante de la vida ¡El alimento!

“Un arca de Noé es aquel lugar espacio tiempo donde creamos las condiciones para sobrevivir en el colapso, en el diluvio. Y eso implica una cierta autonomía como personas, como colectivos. Autonomía alimentaria, de agua, autonomía de muchas formas”.
“El tema es construir espacios de vida en medio de un sistema de muerte”#
Parafraseando a Raúl Zibechi: AsoBaCo es mi pequeña arca, y la única forma de sobrevivir a esta locura es en pequeñas arcas… ¡Pero no aisladas! Siempre difundiendo, compartiendo la experiencia para que aquellos que estén dispuestos a postergar sus intereses personales, priorizando los colectivos; aquellos que estén dispuestos a compartir y crear, puedan ir haciendo sus arcas o sumándose a otras que ya existan.
Si no tenés la tuya propia, vení, subite a la nuestra.

# Raúl Zibechi en Traslatierra En busca del Arca de Noé