Los "Battell-Ingalls" de Colonia Valdense

En un barco oxidado atravesamos el oleaje para atracar en costas orientales. En marzo del nuevo milenio teníamos poco mas de veinte años, unos ahorros para adquirir un pedazo de tierra y un equipaje lleno de ilusiones, proyectos ¡y ganas de Hacer!

Por Lucila Provvidente
Productora de La Vigna y miembro de Slow Food

Siguiendo los pasos de nuestros bisabuelos nos adentramos en lo desconocido y la aventura de nuevos horizontes, aunque esta vez no cruzamos el océano para unir Italia con Buenos Aires, sino tan solo un Río plateado que parece mar, para dejar atrás una caótica urbe porteña y tirar anclas en la ondulada Colonia Valdense: tierra colorida y matizada por piamonteses italianos, suizos y charrúas aguerridos… con una pasión en común: el amor por la tierra y el trabajo de campo.

Trabajábamos mucho… se hacía leña, podábamos los viñedos, criábamos conejos y luego codornices, elaborábamos todo tipo de dulces y chutneys, revocábamos muros y los pintábamos… Deslizábamos por la vida con una bicicleta que luego fue moto, y mas tarde se transformó en una camioneta International del año 1951. Eramos muy felices y poníamos toda nuestra energía en La Vigna, sin saber bien por qué… Nos sobraban ideas y entusiasmo, pero íbamos tropezando con las piedras de la ansiedad… 
Aprendimos que la huerta no se hace donde quede linda, sino donde hayan mas sustratos, que las heladas acaban con los brotes de las viñas, que los conejos se reproducen rápido pero pueden morir todos en una noche por una sola bacteria ¡Y muchas otras enseñanzas que a los 26 años se graban a fuego! 
La antigua Bodega se volvió un Pub, la casona una Posada y brotaron talleres de arte, muestras y teatro, escenarios múltiples se sucedieron… Pero la verdadera aventura comenzó en el 2005 cuando nació Lucca. Luego llegó Olivia y al tiempo Mora. Nos llaman los “Battell-Ingalls”… Juntos nos sentimos imbatibles, poderosos y aventureros.

Junto a Agustín, somos fanáticos del medio ambiente y la ecología. Disfrutamos de la Naturaleza, la gastronomía y la vida colorida. Con mano verde, trabajamos nuestras tierras con recursos naturales, sin utilizar ningún producto químico como fertilizantes o pesticidas. Cultivamos los alimentos respetando el ciclo biológico y el medio ambiente. Los rebaños de La Vigna gozan de pasturas naturales, granos seleccionados y conocen el significado de lo que se denomina Bienestar Animal.

Gallinas, patos, pavos y gansos revolotean por cada rincón del campo en busca de lombrices y hierbas frescas, para ofrecer huevos de yema demasiado amarilla, cada mañana. Los animales viven libres, felices y sanos en estas 35 hectáreas de biodiversidad.

En el tambo y la quesería es donde Agustín aplica toda su creatividad, allí elabora quesos con excelente leche pura de ovejas Milchschaf, cabras  Saanen y vacas Jersey. Son quesos de autor, cuidadosamente elaborados y afinados y cuentan con la Certificación de la Red de Agroecología. Algunos de los más conocidos son el Pecorino valdense, el F60/40 Feta Cheese, la Ricotta prensada ovina, el Chevre y el Labneh, el nuevo Cabreja. También experimentan incansablemente y con pasión, como los nuevos camembert con hoja de parra y el halloumi chiprota, entre otros.

Promotor de la elaboración de quesos con leche cruda, Agustín se ha transformado en un educador incansable. Durante los últimos 3 años, viene dando talleres de elaboración de quesos artesanos en Montevideo y el Este y en la propia quesería en “La Vigna”. Es un fanático de la naturaleza y la ecología, y siempre está dispuesto a enseñar y transmitir con pasión lo que ha aprendido. 
"Cuando un Chef me felicita por los quesos, le explico que la clave no está en la elaboración del queso, sino en todo lo anterior. No sale buen queso, si no hay buena leche ¡Con mala leche la cosa no sale!..." 
Y el secreto de una buena leche es simplemente una buena comida, sana, limpia y sin contaminantes. Nuestros rodeos pastan en praderas orgánicas, no comen transgénicos, y no reciben químicos de ningún tipo. Por eso la leche es genial, y con buena materia prima ¡El queso sale solo!
Somos lo que comemos. El consumidor ahora quiere saber, le interesa de dónde vienen los ingredientes, cuáles son los procesos y la alimentación en general… tenemos el orgullo de suministrar leche de cabra orgánica a familias que tienen problemas con la lactosa, celíacos,y sobre todo gente que disfruta consumir productos de granja naturales, certificados orgánicos y donde el bienestar animal ¡es la premisa fundamental!... 

Ahora nuestras ovejas y cabras se van secando poco a poco, y pasarán los próximos 5 meses en libertad con sus carneros y cabros. Se viene el merecido descanso… ¡para todos!.-

Los pueden encontrar en:

Y en Del Campo
Sarmiento 2394, esq. Vazquez y Vega (Montevideo)