Varados en el riesgo de perderlo todo, luego de tantos logros

Almejas Palmares es una pequeña empresa liderada por Nancy Schuch y Gabriel Rocha que se dedica al procesamiento y venta de almeja amarilla en Uruguay. Nancy y Gabriel han dedicado su vida a extraer almejas entre La Coronilla y Barra del Chuy. La tradición pesquera ha sido transmitida de generación en generación, pero Nancy y Gabriel decidieron innovar en el procesamiento y comercialización de las almejas, para así lograr un producto gastronómico único que revaloriza la pesca artesanal en Rocha. Actualmente las almejas amarillas (Mesodesma mactroides) se encuentran inscriptas en el Arca del Gusto de Slow Food.


Por Nancy Schuch y Gabriel Rocha

Pescadores-recolectores de almejas amarillas y miembros de Slow Food Uruguay
“Somos hijos de almejeros viejos y queremos generar una fuente de trabajo, que es lo que falta en esta zona. Hay muchas almejeras mujeres, chiquilinas jóvenes y mujeres mayores. El grupo está conformado por una gran variedad. Queremos cambiar la historia de la zona, dependemos de eso, si no lo hacemos nosotros mismos no lo va a hacer nadie. Tenemos que enseñarles a nuestros hijos y a nuestros nietos a que lo hagan. Le queremos dar valor al producto y generar fuentes de trabajo”
La almeja amarilla proviene de las costas de La Coronilla y Barra del Chuy, y más precisamente, está enterrada debajo de la arena. A principios de la década de los 90' comenzó a desaparecer de esas costas, dejando a quienes se dedicaban a su extracción sin salida laboral. Pero en 2009, los pobladores vieron reaparecer los agujeritos en la arena que indican la presencia de almejas, y el viejo oficio volvió a las mismas familias. 

El emprendimiento surge de la idea de Nancy y Gabriel de purgar la almeja ellos mismos. Es un emprendimiento autónomo y privado. Antes de la existencia de Almejas Palmares, la almeja amarilla era extraída por las familias de la zona para ser vendida a terceros que decían comercializarla para carnada. 
“La almeja siempre salía supuestamente para carnada, y en realidad todos los intermediarios que se la llevaban la purgaban en la playa y la vendían a los restaurantes de Punta del Este a 500 pesos el kilo. Cuando descubrimos que la almeja se vendía en Punta del Este cobró fuerza la idea de hacer unas piletas para purgarlas nosotros. Había un proyecto de tres almejeros viejos de recuperar unas piletas abandonadas. Ahí fue cuando con Gabriel dijimos: ‘Bueno, vamos a probar: vamos a purgar y a vender a los restaurantes’. Pero había otro grupo de almejeros que tenían otro objetivo y nos ocuparon las piletas. Entonces se las dejamos a ellos, nos vinimos al fondo de casa y nos hicimos una pileta acá. Nadie nos dijo ‘ustedes tienen que purgar tantas horas, tienen que fijarse que la almeja esté de tal forma’, todo lo aprendimos al golpe. Perdimos cantidades de almejas al principio, porque se nos morían y no sabíamos por qué”.
La primer planta de almejas y de pesca artesanal de nuestro país se encuentra en Palmares de La Coronilla. Allí se purgan las almejas en piletas durante muchas horas, para dejarlas prontas para su comercialización. Pero antes de eso deben ser recolectadas; para esa tarea hay entre 20 y 25 familias con permisos de extracción, que trabajan enterrando sus palas en la arena y venden su captura a Almejas Palmares.

La planta de procesamiento tiene la autorización y el control periódico de la DINARA y de todos los organismos correspondientes. El emprendimiento comenzó en el año 2012 y ha progresado año a año. En el año 2018 recibimos financiación de la Agencia Nacional de Desarrollo para seguir creciendo. Asimismo, “Almejas Palmares” es uno de los “Sabores de Rocha” del proyecto “Km 0” impulsado por la OPP y llevado adelante por la Corporación Rochense de Turismo junto a las Direcciones de Turismo y Desarrollo de la Intendencia de Rocha.

Antes de toda esta situación la mayor parte de las almejas eran vendidas en Maldonado. Rocha y Montevideo también fueron importantes puntos de venta. 

Desde Almejas Palmares tuvieron que salir a vender y convencer a los chefs de que la almeja podía convertirse en un platillo gourmet. La cuestión era quién se iba a animar a ir a vender a los lujosos restaurantes de Punta del Este. Fue Nancy. “Empecé a ofrecer a los restaurantes, a regalar almejas para que ellos las probaran y las degustaran los turistas. No fue nada fácil para los Chefs, pero al ver la aceptación entre clientes y turistas, la demanda creció entre aquellos restaurantes que buscan la mejor calidad para sus materias primas.

De a poco la almeja fue aceptada por los restaurantes y aumentó la confianza en el producto, estableciéndose un vínculo entre productores y Chefs. Luego de conquistar territorio esteño, fue necesario ir por nuevos mercados y llegar a Montevideo, lo que implicó mucho sacrificio: “Es muy complicado transportar la almeja porque es sumamente delicada. Aunque la trasladamos en una camioneta habilitada con frío.” El pasado 13 de enero recibimos el premio SIRÍ por segunda vez consecutiva (2019-2020) en la categoría Mejor productor/a de productos locales.

Hoy toda esta historia corre el mismo destino de las almejas en los 90’, el peligro de desaparecer. Los pescadores y recolectores ya no están saliendo por la falta de demanda. Si nosotros no vendemos ellos no cosechan y tener stock de mercadería sin colocar o recolectar del medio sin poder venderla no tiene sentido, es un despropósito y un abuso a los recursos. La situación de los pescadores es crítica, no aportan a caja, no van al seguro de paro y nunca se jubilan. Pueden ser pescadores toda la vida, pero jamás se los va a reconocer como trabajadores. Si tuviéramos una estructura más grande, los tendría en caja y ellos en estos momentos podrían tener alguna cobertura, pero no es así, no tenemos los recursos económicos ¿A dónde van a ir a trabajar en este momento?

A todos aquellos que conozcan nuestras almejas, o quienes se animen a probar la calidad, así como lo encontraron en la oferta de un restaurante pueden tenerlo como materia prima en sus casas. Los invitamos a ponerse en contacto con nosotros, gracias a su compra van a estar ayudando a las familias de pescadores y a que no desaparezca la primera y única planta de purga del Uruguay. Nosotros les garantizamos mantener los mismos procesos de higiene, desinfección de la planta y cuidado de los operarios que siempre tuvimos, y que actualmente son exigidos para todos los operadores gastronómicos. El producto se entrega congeladas en tuppers cerrados para no tener que manipularlo a la hora de la entrega.

Momentáneamente nos encontramos imposibilitados de hacer envíos por la avería de la única camioneta habilitada. Esperamos solucionarlo a la brevedad. Para ello les pedimos que nos dejen sus datos de contactos en la siguiente agenda* https://forms.gle/6bV1RckLmsy5rVrF7 y nos pondremos en contacto ni bien podamos garantizar la distribución. Hacemos envíos desde Rocha hasta Montevideo conservando la cadena de frío.-

*CABE ACLARACIÓN: Este formulario lo desarrolló el equipo de comunicación de Slow Food Uruguay, para paliar la situación puntual del proyecto Almejas Palmares. La información va directamente a los propietarios de Almejas Palmares. Slow Food Uruguay no participa ni es intermediario de operaciones comerciales.